La decoración de las habitaciones de nuestros pequeños ha evolucionado mucho en los últimos años. La popularización de tiendas low cost y la venta online, así como la decoración do it yourself, fomentada desde publicaciones especializadas, han abierto un abanico de posibilidades a los padres a la hora de diseñar los dormitorios de sus hijos.

Se ha recuperado el papel pintado, con estampados más modernos y unisex. Se huye, afortunadamente, de los clichés de colores asociados a los niños y a las niñas y se apuesta por una decoración más heterogénea o personalizada. Se están desterrando los tradicionales cabeceros de madera, que resultan muy aburridos para los menores. Si sois unos manitas podéis fabricar vuestros propios cabeceros con viejas cintas de cassette de colores o fotografías de las aventuras y excursiones de vuestros hijos. Si el bricolaje no es lo vuestro, podéis encontrar una serie de cabeceros juveniles en Bedland relacionados con elementos de la naturaleza como mariquitas, flores u olas marinas y fabricados en polipiel.

Dormitorio Juvenil

Para buscar ideas, Internet es un gran aliado. Dependiendo del espacio y presupuesto con el que contemos, podemos adquirir camas de mayor tamaño, 105 o 135 cm, para que nuestros chicos y chicas puedan seguir durmiendo cómodos tras sus estirones. Si el tamaño del dormitorio es reducido, en los últimos años se han puesto de moda las camas sostenidas sobre una estructura, a modo de litera pero con sólo una cama arriba, permitiendo aprovechar el espacio que queda debajo para instalar el escritorio y así, en una sola pared, colocar dos elementos imprescindibles en un dormitorio juvenil.

Las camas nido, por supuesto, siempre son un recurso a tener en cuenta. Si dos de nuestros hijos tienen que compartir habitación, el hecho de tener una única cama a la vista y otra integrada justo debajo, en un cajón, les permite disfrutar de un mayor espacio que puede ser aprovechado para colocar un escritorio más grande o cajoneras. Otra ventaja de las camas nido es todo el espacio de almacenaje que se crea encima de la cama, con compartimentos para guardar la ropa, sus juegos, libros, apuntes, etc.

Pero, si hablamos de almacenaje, el canapé es una de las mejores opciones. Con solo levantar el colchón disfrutaremos de un amplio espacio para guardar ropa fuera de temporada, colchas, sábanas o edredones que siempre restan espacio para cosas más importantes para un adolescente.

Un elemento que favorece mucho la combinación de colores y decoración del dormitorio es el edredón o funda nórdica. En este campo las marcas se están poniendo mucho las pilas y podemos encontrar diseños tan atractivos para las camas de nuestros hijos que nos harán envidiarles y querer volver a la adolescencia.

El único consejo que podríamos darle a los padres es que cuenten con sus hijos a la hora de redecorar sus dormitorios. Hacerles partícipes de la construcción de una nueva imagen para su espacio de estudio, ocio, descanso y diversión estimulará su creatividad y les hará ser más responsables con aquellos elementos que ellos mismos se han preocupado de seleccionar.

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