Seguramente tengas estructuras en la parte exterior de tu casa ideales para protegerte de los días más calurosos que se acercan. O incluso estés pensando en adquirir una estructura pues te acabas de mudar o estás reformando la casa.
Las pérgolas son una solución ideal para grandes patios o jardines traseros, hay gente que las utiliza además como garaje o como una parte importante del porche. Se trata de una estructura que, además de protegernos de la intemperie también sirve para separar espacios.
La mayoría de las pérgolas suelen estar hechas de madera, aunque también las encontrarás de otros materiales; al ser una estructura fija. además de soportar los rayos del sol en los meses más calurosos se verán expuestas a frío, lluvia, contaminación…
Por lo tanto es muy importante saber que hay que tratarla para no dejar que se estropee y que tenemos que sustituirla después por otra, ya que la madera es muy agradecida y, si le prestamos un poco de atención, nos durará muchos años como nueva.

¿Cómo mantener mi pérgola?


Uno de los puntos principales como en todos los muebles, es la limpieza. Si dejamos que sobre nuestra pérgola se acumulen hojas, polvo, etc., estos terminarán dañando la madera haciendo que aparezcan manchas, que su tono cambie…
Tendrás que trabajar la superficie, eliminando cualquier detalle que se acumule periódicamente; una vez cada dos meses es suficiente para evitar que se produzcan grietas y que penetre la suciedad.
Al estar expuesta a los cambios climáticos que no podemos evitar (lluvia, cambios de temperatura, excesivo frío) tu pérgola necesitará un mantenimiento anual o cada dos años para reparar todo lo que se haya estropeado.
El mantenimiento más o menos continuado dependerá de la ubicación de la pérgola, ya que hay zonas menos expuestas que otras.
Para hacer el mantenimiento anual, tendremos que esperar una época seca, ya que la madera suele retener humedad. Para empezar, retiraremos bien todos los restos de suciedad que queden, primero quitandolos con un trapo seco y después con uno humedecido.
Una vez hayamos retirado toda la suciedad observaremos que clavos, tornillos o grapas están sueltos u oxidados. Apretaremos los sueltos y procederemos a retirar los que estén oxidados y a sustituirlos por unos nuevos.
Si ves que la madera presenta pequeñas imperfecciones le podremos hacer un lijado superficial; mientras si se ha dañado o resquebrajado lo ideal es que optemos por un lijado a fondo con una lijadora de banda.
De esta manera quitaremos la parte superficial y conseguiremos que el aspecto de nuestra pérgola vuelva a su estado original. Así retiraremos daños de golpes, pequeñas grietas o la parte descolorida por el sol.
Una vez tengas otra vez la madera en perfecto estado, procederemos a aplicarle productos para protegerla. Asegúrate siempre de que estos sean válidos para tu tipo de madera para que esta mantenga su color natural.
Busca aceites derivados de la madera de la que está hecha tu pérgola, ya que estos ayudan a tapar los poros de esta, evitar insectos, así como el envejecimiento natural de esta. Estos aceites los aplicarás como si fuese una pintura, con un rodillo o brocha. Es muy útil aplicarlos dos veces al año, ya que son como un alimento para la madera. También encontrarás en las tiendas “regeneradores” de madera, la utilidad de estos es que le devuelven el color natural.
Si tu pérgola tiene una parte con pintura, con el lijado habremos quitado toda, por lo tanto tendremos que darle una mano nueva. Te recomendamos que uses una brocha mejor que una pistola puesto que tiene una penetración más fluida.
Si estás pensando en pintarla te recomendamos que uses tonos oscuros, ya que estos colores suelen presentar mayor resistencia al sol.
Una vez limpiada, pulida y pintada quedará barnizar para proporcionarle la mayor protección. En el mercado encontraremos barnices mates y transparentes, como con brillo y con color. Tendremos que fijarnos bien que resultado final queremos para elegir uno u otro.
Como ves, con un poco de cuidado (dos días al año) y reparando lo que se vaya estropeando con el paso del tiempo, tendremos nuestra pérgola en perfecto estado durante muchos años.
Destacamos que el toldo tipo cerramientos con pérgola, es un complemento ideal para los cerramientos con cortinas de cristal y techos móviles que quedará genial en tu casa.

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