El verano está prácticamente llamando a nuestra puerta y ¿quién no ha soñado con lucir las uñas de Kim Kardashian en la playa, o los estampados de Rosalía? La moda no pasa por alto los pequeños detalles y las uñas han ganado mucha popularidad desde hace un par de años.

Su larga duración o el efecto semipermanente han vuelto a estas uñas una de las opciones favoritas entre el género femenino. Nuestro centro de uñas de gel en Fuenlabrada cada día recibe a clientas pidiendo este servicio, pero es en verano cuando hay más demanda.

En verano al igual que nuestra piel si no se cuida bien nuestras uñas sufren. El calor y los malos hábitos alimenticios hacen que estas se vuelvan más quebradizas.

Las piscinas, la arena de la playa, el salitre o las escapadas a la sierra hacen que nuestras uñas sufran más golpes que los que sufren habitualmente. Esto no solamente pone en riesgo el largo de nuestra uña sino toda nuestra manicura.

Y precisamente en verano es en la época en la que mejor nos queremos ver, es en la que más visitas tenemos, más salidas sorpresa hay o más eventos sociales tenemos. Si nos queremos ver fantásticas siempre a no ser que llevemos un kit de manicura en el bolso para retocarnos las uñas de gel se convierten en la mejor solución.

¿Qué ventajas tienen las uñas de gel?

Lo que hace que muchas chicas elijan las uñas de gel es el modo en el que se hacen. Existen dos tipos de uñas de gel, las blandas y las de gel duro. Las uñas de gel blando son aquellas que se aplican sobre nuestra uña como una extensión de nuestra uña natural.

Las de gel duro son las que se aplican cuando o bien nos mordemos las uñas o bien estas son muy cortas porque se parten.

En ambos modos se aplicarán capas de gel en cada uña y posteriormente se pondrán las manos bajo los rayos UV durante unos dos minutos para que el gel se fije. Este proceso se realizará las veces que haga falta hasta que consigamos el grosor deseado.

El último paso sería aplicarles el color y el diseño que queramos, desde los más simples, manicura francesa hasta los más elaborados.

Los resultados que nos dan estas uñas son mucho más naturales que por ejemplo las uñas postizas y pueden llegar a durar si las cuidamos bien hasta tres semanas. Por lo que son ideales para olvidarnos de la manicura durante nuestras vacaciones.

Además, es una solución perfecta para las personas que se muerden las uñas, ya que volverán a tenerlas largas y terminarán por dejar la mala costumbre de morderse las uñas.

Pero tras todas estas ventajas, una manicura mal hecha nos puede llevar a arrepentirnos de haber elegido esta opción.

Si nos hacemos mal la manicura podremos llegar a tener una uña cada vez más finita, dañando su estructura y haciendo que pierda brillo y se vuelva débil. Desgraciadamente con el aumento de la popularidad de este tipo de manicura también han aumentado los negocios que quieren sacarle partido.

Muchos de ellos usan productos perjudiciales a la larga para nuestras uñas, ya sea porque son más baratos o porque no cuenten con los profesionales adecuados para aplicarlos.

También deberemos tener mucho cuidado con la exposición de la uña a posibles bacterias y hongos , unas afecciones muy comunes en la época de verano. Ya que si nuestra uña de gel se levanta o no tenemos cuidado con su limpieza podemos terminar sufriendo de hongos.

Tras un uso prolongado de la manicura lo mejor que podremos hacer es realizar un mantenimiento para fortalecer nuestras uñas, y que crezcan durante el periodo de descanso. Ya que, al aplicar gel en su parte superior esta no transpira.

Prestar atención al cuidado de tus uñas, cuidar las cutículas, proteger las manos con crema de protección solar, hidratarlas al menos una vez al día serán acciones que nos asegurarán que además de tener unas uñas de infarto las nuestras estén sanas.

Y sobre todo ante el mínimo problema retirarlas inmediatamente en nuestro centro de uñas de gel en Fuenlabrada o acudir al dermatólogo.

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