Lo vemos en las portadas de revistas.

Camas que invitan al descanso, con bonitas colchas, cojines decorativos, mantas suaves, colores delicados y diferentes tejidos. Seguro que has intentado imitar el estilo en tu cama de matrimonio, pero no has tenido el éxito que esperabas.

Te ha quedado bonito, pero no como en la revista. ¿Por qué? ¿Cómo vestir una cama para que parezca más elegante?

Aquí tenéis una de las opciones más clásicas que os podéis encontrar en el mercado. Un acierto seguro que queda bien con cualquier habitación:

A continuación, te contaré mis trucos para saber cómo elegir los textiles para el dormitorio, conseguir personalizarlo con tu estilo y dónde encontrar inspiración.

Tu cama a punto para el invierno

No es un secreto si digo que las camas con ropa de invierno son más bellas que las que tienen tejidos veraniegos. Y no es algo que tenga que ver con los colores ni el tipo de tejido utilizado, sino con la cantidad de ropa que se necesita para vestir una cama en los meses más fríos.

Esta es una opción simple, sencilla pero bonita:

Las camas en invierno permiten una mayor personalización, jugando no sólo con la colcha y los almohadones, sino también con los rellenos nórdicos, mantas o plaids. Todo el conjunto transmite calidez y confort, por eso son mis preferidas.

Para que tu dormitorio tenga aspecto de cama de revista, lo primero que deberás tener en cuenta es el color y estilo. La mejor opción es apostar por colores neutros, válidos para cualquier época del año, ya que siempre están de moda.

Una buena idea es echar un vistazo a las tendencias en ropa de cama. Algunas marcas como Zara Home o Maison Du Monde, actualizan su catálogo con lo último en decoración.

Soy fan de los muebles blancos con rosas empolvados, tonos hueso, beige y chocolate, la combinación de blanco/negro y las diferentes tonalidades en grises mezcladas con turquesa, amarillo mostaza o verde limón.

Ten en cuenta el color de los muebles, cabecero de la cama, paredes y elementos decorativos del dormitorio. Es importante que toda la ropa de cama elegida tenga un nexo común, combinen con el resto de elementos y den armonía al lugar.

Y si quieres una ropa de cama que vista por sí sola toda la estancia, esta es una opción ideal:

Si compras todos los productos a la misma vez, es mucho más fácil conseguir que los tejidos se complementen a la perfección.

Crea contraste con todos los elementos del dormitorio. Si has optado por una pared lisa y color claro, atrévete con un cabecero en tono fuerte y añade una funda nórdica estampada. Del mismo modo, si tu pared es llamativa o has colocado un papel como protagonista, elige colores claros para los tejidos.

¿Qué ropa de cama necesito?

En las camas de revista, la sábana bajera es tan protagonista como el edredón. Si te has fijado bien, parte de la sábana queda a la vista en la zona superior/lateral, justo a ras del cabecero. Puedes comprar las sabanas sueltas, eligiendo el color que necesites en función del conjunto y cabecero escogido.

También necesitaras un relleno nórdico lo suficientemente acolchado para que de aspecto mullido. Aunque ya hay nórdicos con color y estampados, recomiendo comprar uno en blanco para poder incorporar después una funda.

Las fundas nórdicas son las reinas en ropa de cama, un textil que dice mucho con poco. Puedes elegir entre una gran variedad, optando por diferentes modelos según la época del año. En invierno, me encanta los tonos claros, mientras que en primavera o verano me decanto más por las fundas coloridas o florales.

Esta es una opción quizás más arriesgada pero muy elegante hoy en día. ¡El mármol no puede estar más en tendencia!

Cambia la almohada de toda la vida por dos almohadones enormes e incorpora otros más de diferentes tamaños. Debes completar no más de tres filas lineales entre almohadas y cojines alternativos. Juega con los diferentes tejidos y tonalidades: lana, texturas aterciopeladas, plumas… y no olvides añadir algunos de ellos con colores vivos. Dan personalidad al espacio y quedan muy elegantes.

Acompaña al conjunto con un plaid a pie de cama. Queda especialmente bello si mezclas tejidos pesados con tejidos más vaporosos.

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