La estética arquitectónica moderna en fachadas de viviendas tiene nuevas protagonistas: las cortinas de cristal.

Tienen como función aislar del exterior los espacios abiertos como terrazas, porches o jardines con piscina, entre otros. Además los convierten en espacios más funcionales y prácticos.

Beneficios del uso de las cortinas de cristal

  • Diseño invisible y mínimo impacto visual: permiten una visión panorámica gracias a la ausencia de perfiles, por lo que se consiguen unas vistas sin obstáculos. Su estructura es tan minimalista que requiere un mantenimiento mínimo. Además puedes olvidarte de tener problemas con comunidades de vecinos o con los ayuntamientos, ya que legalmente no interfieren con la estética de las fachadas.
  • Máxima adaptabilidad: la obra de instalación suele ser bastante sencilla, pues pueden instalarse en tan solo 2 días (aunque lo más común es que este plazo se extendía de 1 a 3 días más, según la envergadura del proyecto).
  • Eficiencia energética: pueden usarse como aislante térmico en zonas exteriores como balcones, porches o terrazas.
  • Uso todo el año: mejoran los usos del espacio en el que se instalan, pues pueden abrirse y cerrarse a placer, ya sea total o parcialmente. Esto permite a su vez destinar dicha zona a diferentes actividades sin el límite que supone el cambio de estaciones o las inclemencias del tiempo.
  • Protección exterior y seguridad, a medida.

En cuanto al mantenimiento…

Como mencionamos anteriormente, una de las mayores ventajas de los cerramientos de cristal es que apenas requieren mantenimiento.

Se recomienda un mantenimiento periódico (en caso de no usarse mucho es recomendable una vez al año).

En caso de que las cortinas dejen de funcionar de forma correcta, debes tener en cuenta lo siguiente:

  • Cuando la cortina oponga resistencia al desliz, nunca hay que forzarla. Lo mejor es probar a deslizar el panel hacia el costado, empujándolo un poco hacia atrás.
  • Cada 6 meses, o siempre que el carril oponga resistencia, es recomendable aplicar spray de silicona para facilitar el buen funcionamiento de los paneles.
  • En invierno es importante tener en cuenta que los rieles pueden congelarse. En ese caso, tener cuidado y mover los paneles con menor fuerza.
  • A la hora de limpiar las cortinas de cristal, hay que hacerlo con productos poco corrosivos, preferiblemente tan solo con agua y un paño suave, evitando frotar en exceso.

Todas estas tareas se pueden realizar por cuenta propia. Sin embargo, si así lo prefieres, puedes ponerte en contacto con un técnico especializado y asegurarte de que el mantenimiento se realice correctamente.

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