El turismo de interior sigue siendo muy minoritario en nuestro país. Cuando llegan las vacaciones la gran mayoría escapan cara a la costa buscando sol y playa, que no hay que negar que resultan muy atractivos. Pero en el interior de España se esconden muchos tesoros que vale la pena descubrir y que nos ofrecen toda una serie de ventajas con respecto a la costa. Alicante es un buen ejemplo de ello.

Reencontrarse con la naturaleza

En el interior es mucho más fácil reencontrarse con la naturaleza que en la costa, especialmente porque no hay el mismo grado de aglomeraciones. Las rutas de senderismo por parajes naturales, muchos de ellos espacios protegidos, abundan en prácticamente todo el interior de España pero tienen especial protagonismo en lugares como Alicante en los que existen parajes naturales que se prestan para ello.

Y para refrescarse tras una bonita ruta a pie nada mejor que un baño en las deliciosas piscinas naturales que existen en el interior de esta provincia, como por ejemplo El Salt de Xixona, con un agua muy limpia y fresca de un característico color verde que llama la atención. O la Poza del Toll Blau, con sus preciosas cascadas naturales.

Los alojamientos en hoteles rurales convierten la experiencia en algo realmente relajante en contraste con el ajetreo de los grandes hoteles de la zona. Y, si se desea un contacto más intenso con la naturaleza, existen ciertos lugares de acampada controlada en espacios naturales para poder disfrutar de actividades como observar a las aves o aprender a diferenciar las plantas autóctonas durante el día y de observar las estrellas durante la noche.

Conocer la auténtica esencia de un lugar

Cuando se visitan lugares turísticos masificados no conocemos la verdadera esencia de un lugar. Estas ciudades y pueblos se adaptan a las necesidades de los visitantes de los cuales viven, dándoles todo lo que necesitan para que su estancia sea agradable, ya sean hoteles o locales de hostelería variados ya sean infraestructuras para desplazarse. Pero es en los lugares que no son tan visitados y que han evolucionado a un ritmo natural en donde se esconde la auténtica esencia de un país o de una región en concreto. En lugares como Alicante, esa esencia se encuentra en sus pueblos de interior como Sax en los que se pueden encontrar lugares de interés histórico como su castillo, locales de hostelería en los que saborear su rica gastronomía o incluso acontecimientos culturales como un festival de cine cada vez más conocido.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *