El invierno está muy cerca de finalizar. Aunque todavía queden algunas semanas y, seguramente, alguna que otra tormenta haga acto de presencia en nuestro cielo, bien es cierto que las temperaturas cada vez son más elevadas y las horas de luz más prolongadas, lo que indica que esta nueva estación está próxima a llegar. Por eso, al igual que hacemos cambios en nuestro armario, también tenemos que prestar un poco de atención a nuestro hogar, sobre todo, para encontrar y solucionar posibles desperfectos causados por la meteorología, tanto en revestimientos, tejados como en el mobiliario exterior.
Lo primero que hay que revisar es el exterior, sobre todo, las plantas que serán las auténticas protagonistas de la primavera, pues cuando llegue el momento de florecer inundarán de colorido nuestras terrazas y balcones. En este sentido, es preciso eliminarles todas las hojas secas que tengan y rellenar de tierra macetas y jardineras. También es muy positivo enriquecer su sustrato con yeso agrícola, un granulado natural de origen mineral fabricado a base de piedra de yeso que favorece el crecimiento de las raíces. En el caso de que tengas jardín en tu hogar, es buena opción aprovechar los últimos días de frío para acondicionarlo, así podrás comenzar a disfrutarlo lo antes posible. Por ejemplo, barre los restos biológicos y suciedad que haya por el suelo y desatasca los desagües o bajantes de la posible suciedad que hayan acumulado durante la época invernal (hojas, ramitas, pequeñas piedras..).
De igual manera, si tienes elementos de madera como mobiliario exterior como vayas, hamacas, butacas o mesas, es preciso lijar sus superficies y volverlos a barnizar o pintar para disfrutarlos en total plenitud. Hay que recordar que la madera sufre mucho a la intemperie, por eso hay que tratarla al menos una vez al año, incluidas las persianas. También puedes aprovechar para crear nuevos ambientes como una zona chill out con sus cojines, cortinas, velas aromáticas…
Por otro lado, una vez que desaparezcan las lluvias casi por completo, es recomendable revisar también los tejados para encontrar posibles tejas rotas o grietas en losas y juntas. La llegada de los meses secos, es una buena época para aplicar algún tratamiento impermeabilizante o sustituir los elementos deteriorados.
En cuanto al interior de la vivienda, la llegada de la primavera es un buen momento para efectuar una limpieza a fondo, moviendo sofás, armarios y camas, entre otros objetos, para eliminar cualquier suciedad tras ellos. Tampoco hay que olvidarse de lavar cortinas, colchas o la tapicería de sillas y sofás. Si quieres un cambio más radical, es el momento para pintar de nuevo estancias como el salón o el dormitorio, que son las más frecuentadas y donde disfrutarás más del cambio. Puedes apostar por colores de moda como el verde pistacho, el mandarina o los grises. Eso sí, sea cual sea la tonalidad elegida no olvides preparar la pared bien antes de coger la brocha.
Si quieres una transformación de más alcance, también puedes hacer una pequeña reforma y despedirte del gotelé aplicando una nueva capa de yeso sobre tus paredes. Eso sí, si no eres un experto en bricolaje, es mejor contratar los servicios de una empresa de reformas. No en vano, la primavera tiene grandes beneficios para efectuar cualquier reforma, pues hay más horas de luz y las temperaturas son agradables lo que permite, por un lado, que los materiales sequen antes y mejor y se pueda trabajar en el exterior sin sufrir demasiado los rigores del calor.
Otros elementos que hay que revisar son, obviamente, los aparatos de aire acondicionado o ventiladores, pues dentro de poco se convertirán en imprescindibles. Por último, también se puede aprovechar esta época para renovar otros objetos como los textiles propios de una vivienda: cortinas, fundas…